martes, 15 de noviembre de 2011

VISIÓN Y ARTE

Mucho se ha escrito acerca de cómo los problemas de visión han influenciado en las obras de afamados artistas, llegando a ser éstas últimas más exitosas y nombradas incluso, que las realizadas anteriormente a la llegada de su afectación visual.
Os mostramos ejemplos de algunos de ellos,de sus obras, y de qué patologías oculares han sido las responsables de este cambio en la percepción del artista.

Edger Degas (1834-1917) tuvo una Degeneración macular asociada a la edad (DMAE), que le causó un daño en la visión central, disminuyendo así su agudeza visual. No le incapacitó completamene debido a que el daño retiniano respetaba la retina periférica.

La primera vez que Degas habló sobre su "enfermedad de la vista" fué a mediados de 1880, aunque él todavía era capaz de leer el periódico. Fué perdiendo la visión progresivamente, hasta que al tornar al sigo XX se encontraba bastante incapacitado con una agudeza visual entre un rango de 2/20 a 1/20. Sorprendentemente él continuó pintando hasta que se desplazó a su estudio familiar en el año 1912.

Los cambios en el estilo pictórico de Degas están estrechamente relacionados con su progresiva pérdida de visión. Sus primeros trabajos son pinturas bastante precisas, con detalles faciales y cuidadosos sombreados. Como su agudeza visual comenzó a disminuir en la década del 1880 al 1890. Tenía problemas sobre todo para identificar colores. Un descenso en la sensibilidad al contraste y en la precisión se han ido demostrando progresivamente en sus pinturas; haciéndose mucho más evidente en los trabajos más tardíos.

Degas completó sus pinturas en pastel "Mujer peinándose" en 1886, "Después del baño, mujer secándose" 1889. Tras hablar sobre la enfermedad que padecía en su vista, Degas volvió a pintar estos mismo cuadros "Mujer peinándose" en 1905, cuando su agudeza visual había bajado a 1/20 aproximadamente. Después del año 1900 no se puede encontrar practicamente ningún detalle en los rostros o en las ropas de las obras de Degas.

Claude Monet (1840-1926) contemporáneo a Degas. Los rasgos más característicos en la obra de Monet son la luz, los colores y la sensibilidad por los detalles. La década entre 1912 a 1922 fué cumbre para la obra de Monet, debido a que fué diagnosticado de Catarata nuclear en ambos ojos. La catarata u opacificación cristaliniana se caracteriza por una mayor absorción luminosa, y una disminución en la sensibilidad y contraste de los colores.
Pinturas tales como "Los lirios de agua y sauces" de este periodo 1918-1922 ejemplifican bien el cambio que tuvo en su visión durante su etapa octogenaria. Los tonos se oscurecieron, las formas menos distinguibles, con una sensibilidad al contraste disminuída. Sus pinceladas se volvieron menos sutiles, y los colores sorprendentemente azul, naranja, y marrones.













A la izquierda podemos ver "Puente Japonés en Giverny", una de las pinturas del jardín que Monet tenía cerca de París, correspondiente al año 1899.
La pintura que está en medio corresponde a la misma escena, ya que Monet intentó plasmarla de nuevo entre el año 1918 y 1924.
Michael F. Marmor en su libro "The Eye of the Artist" recrea en la imagen de la derecha como podía haber visto Monet mientras volvía a pintar el Puente japonés en Giverny durante este período de tiempo.

Monet sufrió problemas de deslumbramiento, lo que le dificultó mucho su trabajo. Con el transcurso del tiempo su visión empeoró tanto que Monet tuvo recurrir a las imágenes que tenía almacenadas en su memoria para poder pintar. Tuvo que memorizar donde estaban colocados los colores en su paleta. En una carta Monet contaba a un amigo: "Confío únicamente en las etiquetas de los tubos de pintura, y en la fuerza de la costumbre, para pintar"

Wyndham Lewis (1882-1957) Polémico y controvertido pintor, novelista e intelectual británico; creador y animador del Vorticismo. El Vorticismo era un movimiento artístico mezcla de Futurismo y Cubismo. Vivió las dos Guerras Mundiales, la primera en la que sirvió como oficial artillero; y en la segunda donde se vió envuelto en una serie de polémicas por escribir obras sobre Hitler.
En la década de 1940 Lewis fue perdiendo vista de forma gradual debido a un adenoma hipofisario que comprimía el quiasma óptico, donde se entrecruzan los nervios ópticos. Los primeros signos de compresión se traducen por defectos campimétricos temporales bilaterales superiores (cuadrantanopsia temporal bilateral superior). Si el adenoma crece de tamaño las fibras se comprimen más dando lugar a un hemianopsia bitemporal.
Lewis no fué intervenido del tumor debido a la ausencia que había en técnicas de diagnóstico y de neurocirugía durante esta época. Por ello, la tumoración fue creciendo hasta provocarle la ceguera total en 1951.
Autores consideran que la cromaticidad de los retratos de Lewis a partir de 1937 podría constituir un signo inicial de su tumoración. El artista pintó su propio retrato en repetidas ocasiones usando un espejo. En sus primeros intentos se ve una completa negligencia de su lado izquierdo, incluso de la parte izquierda de cara.

Durante sus últimos años, mientras su visión disminuía, Lewis se dedicó a redactar libros entre los que destacan su autobiografía, y The Human Age en 1955; finalmente muere en 1957 por un fracaso renal.