La radiación solar en exceso puede ser muy perjudicial para los ojos en muy distintos niveles. Depende de la cantidad de irradiación, la susceptibilidad individual (no es lo mismo unos ojos oscuros que unos claros, ni una piel morena que una muy blanca), la hora del día, la latitud, altitud etc.
En los párpados y región periocular
La piel de los párpados es la más fina del cuerpo, por lo que los efectos nocivos de la exposición solar aparecen antes y con mayor trascendencia: el exceso de luminosidad produce arrugas de expresión que con el tiempo, se quedan fijas. La piel se engruesa, pierde elasticidad, degenera. Se queda flácida y los párpados se caen: véanse los párpados de las personas del campo o los marineros. También aparecen manchas, queratosis, etc.
Pero el problema no es sólo estético. La radiación solar es responsable de la aparición del cáncer de piel, también en los párpados, como los epiteliomas o el tan temido melanoma.
En la conjuntiva
La radiación solar hace que aparezcan degeneraciones como la pinguécula o el pterigion, que no se limita a la conjuntiva sino que puede avanzar hacia la córnea. Éste es mucho más grave en los países de mayor exposición como Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia, donde se juntan altitud (por las montañas) y latitud (por la proximidad al ecuador).
También puede aparecer cáncer, especialmente en las personas más susceptibles de piel clara con poco pigmento.
En el cristalino
La luz del sol induce la formación de cataratas. A esto es difícil escapar, porque si vivimos los suficientes años, todos desarrollaremos cataratas.
En la retina
Se ha visto que uno de los factores de riesgo para desarrollar Degeneración Macular asociada a la Edad, es precisamente, la exposición a la luz solar.
Cuanto menos pigmento tenga una persona y ojos más claros, menos defensa tiene frente a la exposición solar.
También los niños, que tienen las pupilas más grandes y el cristalino totalmente transparente, sufren los efectos con mayor intensidad, aunque el daño no se manifestará hasta mucho tiempo después. Aconsejamos gafas de sol a todo el mundo, pero que sean homologadas, así como otras medidas de protección: Viseras, crema solar de factor 50 todo el año, y permanecer a la sombra siempre que se pueda. El bronceado sano NO EXISTE. Si precisamos luz solar para metabolizar la vitamina D, que no sea en la cara.
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