Las
lentes de contacto esclerales son lentes especiales RPG de diámetro grande, entre 12,50 y
25,00 mm (el doble del tamaño de una lente gas permeable típico y más grande que
una lente blanda), las cuales se diseñan para que descansen en la esclera
blanca, que es mucho menos sensitiva. Cuanto más diámetro, mayor apoyo escleral
y menos apoyo corneal.
Las
siguientes categorías en la descripción general, que aumentan en el diámetro,
forman parte de la amplia categoría de las “lentes esclerales”, ya que se
apoyan por lo menos en parte sobre la esclera. El tamaño más pequeño de lentes
dentro de este grupo, con el área de zona de apoyo de la lente parte en la córnea
y parte en la esclera, se llaman lentes corneo-esclerales o semiesclerales. Esta
categoría de lentes generalmente varía entre 12.5 mm y 15.0 mm de diámetro en el
ojo promedio, y en adelante le llamaremos lentes corneoesclerales.
La
categoría siguiente de lentes, nuevamente con aumento en el tamaño de la lente, es
una lente escleral completa, que se apoya enteramente en la superficie escleral
anterior. A grandes rasgos, estas lentes pueden categorizarse como lentes esclerales grandes y lentes mini-esclerales, y existen sustanciales diferencias
tanto en el área de la zona de soporte y en el diseño de las lentes. Se debe
tener en cuenta que las lentes miniesclerales son inclusive más grandes que las
lentes corneoesclerales; en general, las lentes miniesclerales oscilan entre
15.0 mm y 18.0 mm de diámetro.
Resulta
algo confuso que el término “lentes esclerales” se use para describir lentes
que en general tienen de 18.0 a 25.0 mm de diámetro, y este término también es
utilizado para describir todos las lentes que tienen su punto de apoyo, al
menos en parte, fuera de los límites de la córnea.
La
mayor diferencia aparte del área de soporte y la ubicación entre las lentes de
diámetro más pequeño y más grande es la cantidad de separación que puede
crearse por debajo de la lente central. En lentes de diámetro pequeño la
capacidad de reservorio lagrimal en general es pequeño, mientras que en las
lentes esclerales de diámetro grande la capacidad del reservorio lagrimal es
casi ilimitada. Pero todos los tipos de lentes de contacto esclerales tienen la
facultad de promover una buena separación apical hasta cierto grado en
comparación con las lentes de contacto corneales, lo cual puede reducir el
estrés mecánico sobre la córnea y es la principal ventaja de cualquier tipo de
lentes esclerales.
El
material para lentes esclerales ha evolucionado desde el PMMA con una baja permeabilidad
a los actuales materiales para lentes, de alta permeabilidad. La permeabilidad
al oxígeno del lente permite que este gas traspase la lente. El flujo lagrimal
por debajo del lente, en caso de estar presente, puede también aportar lágrimas
ricas en oxígeno para complementar la demanda de oxígeno de la córnea.
Las
principales indicaciones de uso para este tipo de lentes de contacto son:
- Proteger la córnea: en patologías que cursan con: queratitis recurrentes, ectropión, entropión, sequedad ocular…
- Patologías que afectan al polo anterior: algunos síndromes cómo el de Sjögren, algunas distrofias, Stevens-Johnson o para administrar fármacos.
- Irregularidades corneales: es la principal indicación. En la mayor parte de los casos, se usan para neutralizar la forma irregular de la córnea: post lasik, tras queratoplastia, queratoconos.
- Compensación defectos refractivos: En los últimos años con el aumento de adaptaciones y los buenos resultados obtenidos también se usa para la compensación de defectos refractivos “normales”.
- Estética: Lentes pintadas a mano para ocultar defectos corneales.
- Se adaptan muy bien al ojo, por lo que es más complicado que se caigan.
- Al ser más grandes, son más fáciles de manipular, introducir en el ojo y limpiar.
- Son muy permeables, por lo que entra más oxígeno a la córnea.
Las
lentes esclerales son una buena opción en la actualidad gracias a las nuevas geometrías y
materiales más perfeccionados y permeables utilizados en su fabricación,
haciendo que estas sean mucho más cómodas para el usuario.
Este tipo
de lentillas son las recomendadas por muchos contactólogos y oftalmólogos a pacientes que no
quieren llevar gafas, pero que por las características de sus ojos o problema
visual las lentes de contacto convencionales no son una buena opción.
Escrito por Innova Ocular IOA Madrid
Juan López González