Se caracteriza por una laxitud exagerada de los párpados que
hace que se eviertan fácilmente ante una mínima tracción. Los pacientes que
sufren esta entidad tienen con frecuencia conjuntivitis que no mejoran con los
tratamientos habituales, irritación ocular, sensación de arenilla,
sequedad, fotofobia, secreciones,
inflamación de los párpados y en ocasiones, empeoramiento de la visión.
Los síntomas suelen ser peores por las mañanas y el lado más
afectado generalmente corresponde a aquel sobre el que el paciente duerme.
Es importante destacar que este síndrome con mucha frecuencia
se asocia a APNEA OBSTRUCTIVA DEL SUEÑO, que se caracteriza por sueño ligero
con frecuentes pausas respiratorias, ronquido y somnolencia durante el día. Y a
su vez, esta enfermedad se relaciona con cardiopatía isquémica (riesgo de
infarto de miocardio), obesidad, hipertensión arterial y tabaquismo.
Los pacientes que sufren el síndrome de hiperlaxitud palpebral tienen con más frecuencia de la habitual anomalías corneales como
queratocono y también está en relación con glaucoma.
La causa de esta enfermedad es desconocida, pero se cree que
existe una debilidad del colágeno en el tarso (la parte rígida del párpado) tal
vez producida por la presión constante al dormir boca abajo para poder respirar
mejor, que hace que el párpado se dé la vuelta durante el sueño rozando contra la
almohada y dejando desprotegida la córnea lo que produce una irritación de los
tejidos oculares.
Respecto al tratamiento, los pacientes mejoran cuando se
trata la apnea del sueño, que está presente hasta en el 90% de los casos,
adelgazando en caso de obesidad, abandonando el tabaquismo, con aparatos de
CPAP (presión respiratoria positiva) o cirugía de la úvula y faringe en los
casos más severos.
Para el tratamiento del problema ocular, es efectiva la
oclusión nocturna, los lubricantes y si ésto no fuera suficiente, se puede realizar
una intervención quirúrgica para tensar los párpados afectados, aunque si no
mejora la enfermedad de base, son frecuentes las recidivas.
La importancia de diagnosticar este síndrome radica sobre
todo, aparte de las molestias oculares, en investigar la existencia
concomitante de APNEA OBSTRUCTIVA DEL SUEÑO, una enfermedad muy
infradiagnosticada y que puede poner en serio peligro la vida.
Escrito por Innova Ocular IOA Madrid.
Dra. Concepción Romero Royo