La enfermedad de coats, es una patología retiniana que afecta a
niños o adultos jóvenes, sobre todo varones sin historia familiar.
Normalmente afecta a un solo ojo, pero si no es diagnosticada y tratada a
tiempo puede acabar en ceguera.
Básicamente, es una
vasculopatia, es decir una alteración vascular de la retina. Consiste en
la aparición en la circulación retiniana de dilataciones vasculares
anómalas que conocemos como telangectasias. Estas telangectasias se
caracterizan porque tienen una pared vascular muy permeable que dejan
escapar líquido desde dentro de los vasos sanguíneos hacia el exterior,
dando lugar a un edema de retina e incluso a un desprendimiento de
retina en casos de larga evolucion. Junto con este líquido se escapan
también lipoproteinas que se acumulan en la retina en forma de acúmulos
blanquecinos conocidos como exudados retinianos. En casos muy avanzados
se puede llegar a formar un desprendimiento exudativo muy importante de
la retina dando lugar a la aparición de un reflejo blanquecino que se
puede ver su través de la pupila. Este signo se conoce como leucocoria y
es típico verlos en bebés y niños pequeños, cuando no tienen capacidad
aún de comunicar su falta de visión. De hecho la enfermedad de coats es
la tercera causa de leucocoria en la infancia.
Retinografía donde se aprecian las telangectasias y los exudados blanquecinos |
El síntoma
principal es la disminución de visión en el ojo afecto. En el momento
del diagnóstico nos podemos encontrar cuadros muy variables, desde
pequeñas zonas de telangectasias con discreto edema retiniano y poca
exudación, hasta grandes desprendimientos de retina con gran cantidad de
exudación. El momento del diagnóstico será muy importante, ya que
lesiones precoces suelen responder bien al tratamiento, mientras que
lesiones muy evolucionadas responden muy mal y a veces llevan a la
enucleacion de un ojo por dolor no controlable médicamente.
El
diagnóstico se hace por la historia clinica, el aspecto típico del
fondo de ojo y se puede apoyar con la realización de una angiografía con
fluoresceína, donde se ven perfectamente las anomalías y dilataciones
vasculares.
Angiografía fluoresceínica donde se aprecian las anomalías y dilataciones vasculares |
En cuanto al tratamiento se basa principalmente en
la destrucción de las lesiones vasculares y para ello se utiliza el
láser o la crioterapia, es decir, podemos destruir estas lesiones
quemándolas o congelándolas, con lo cual hacemos que desaparezca la
pérdida de líquido y la exudación de la retina. Esta descrito también el
tratamiento previo al láser con AVASTIN o LUCENTIS para conseguir la
reducción del edema o desprendimiento retinianos antes de tratarlos
definitivamente.
Si el caso es muy avanzado el tratamiento se
complica mucho, pudiendo utilizar técnicas quirúrgicas como la
vitrectomía, pero a veces con muy malos resultados, como comentamos al
principio a veces nos vemos obligados a hacer una enucleación del ojo
cuando han fallado otros métodos de tratamiento.
Escrito por el Instituto de Oftalmología Avanzada (IOA)
Esther López Artero
Dpto. Optometría clínica.
Escrito por el Instituto de Oftalmología Avanzada (IOA)
Esther López Artero
Dpto. Optometría clínica.