Las anamorfosis son dibujos que a primera vista aparecen deformados, pero al mirarlos desde una perspectiva o ángulo adecuados se elimina la deformación, pudiendo
verlos en su forma natural, que normalmente da un efecto óptico de profundidad o relieve.
Este es un ejemplo sencillo, pero de gran interés por ser
de los primeros ejemplos conocidos. Es una cara de niño llevada a cabo
por Leonardo da Vinci hacia 1485. Para contemplar correctamente la
imagen, basta situarse en el borde derecho de la pantalla.
Otra anamorfosis muy conocida es la que
aparece en el cuadro "The Ambassadors", pintado en 1533 por
el pintor Hans Holbein. En la parte inferior del cuadro (como se ve
ampliado a la izquierda), aparece la imagen distorsionada de una
calavera. Para verla menos deformada, obsérvela desde la esquina
superior derecha del monito.
Una anamorfosis o anamorfismo es una deformación
reversible de una imagen producida mediante un procedimiento óptico
(como por ejemplo utilizando un espejo curvo), o a través de un
procedimiento matemático. Es un efecto perspectivo utilizado en arte
para forzar al observador a un determinado punto de vista
preestablecido o privilegiado, desde el que el elemento cobra una forma
proporcionada y clara. La anamorfosis fue un método descrito en los
estudios de Piero della Francesca sobre perspectiva. El artista, al pintar no mira directamente la realidad sino que lo hace
guiado solamente por lo que se refleja en un espejo curvo.
Anamorfosis de un espejo cilíndrico del dibujo de una silla
Esta técnica ha sido utilizada ampliamente en el cine, con ejemplos como el Cinemascope,
en el que mediante lentes anamórficos se registran imágenes comprimidas
que producen una pantalla ancha al ser descomprimidas durante la
proyección.