martes, 21 de octubre de 2014

DESPRENDIMIENTO DE RETINA

El desprendimiento de retina (DR) es una de las patologías más importantes y frecuentes que ocurren en el ojo. Se trata de una separación anormal entre dos capas que constituyen la retina: el epitelio pigmentario (EPR) y la retina sensorial (capa interna de la retina), y entre las dos el líquido subretiniano (LSR).
Si no se trata a tiempo, el DR lleva a la pérdida funcional de la visión, llegando a una situación de ceguera legal. Es más fácil que se produzca en personas miopes o con antecedentes familiares de DR o tras traumatismos oculares, aunque también puede sorprender ocurriendo en personas sin estos antecedentes previos.

CLASIFICACIÓN:

  • DESPRENDIMIENTO DE RETINA REGMATÓGENO: (Rhegma: rotura), secundario a roturas o desgarros retinianos que permiten que pase líquido subretiniano entre la retina sensorial y el espacio subretiniano. Normalmente estas roturas se deben a una Tracción vitreorretiniana dinámica. La sínquisis es una licuefacción del gel vítreo. Algunos ojos con sínquisis desarrollan un agujero en la corteza vítrea posterior adelgazada que se sobrepone a la fóvea. El líquido de la sínquisis del interior del centro de la cavidad vítrea pasa a través de este agujero hacia el espacio retrohialoideo. Este proceso diseca la superficie vítrea posterior de la Membrana limitante interna (MLI) de al retina sensorial. Se denomina Desprendimiento de vítreo posterior (DVP) regmatógeno agudo.
  •  DESPRENDIMIENTO DE RETINA NO REGMATÓGENO: 
    • TRACCIONAL: La retina sensorial es desprendida del EPR por contracción de las membranas vitreorretinianas. Las causas importantes son: retinopatía diabética proliferativa, retinopatía del prematuro y traumatismo penetrante del segmento posterior. 
      Imagen retinográfica de un DR traccional a causa de una retinopatía diablética proliferativa.
    • EXUDATIVO O SEROSO: Secundario a la entrada del LSR derivado de los capilares de la coroides que alcanza el espacio subretiniano a través del EPR dañado. Las causas más importantes son: tumores coroideos, retinoblastoma, escleritis posterior, neovascularizción subretiniana e hipertensión grave. 

TRACCIÓN VITREORRETINIANA

La tracción vitreorretiniana es una fuerza ejercida sobre la retina por estructuras que se originan en el humor vítreo y puede ser dinámica o estática. La diferencia entre las dos es crucial para comprender la patogenia de los diversos tipos de DR.
  1. Tracción dinámica: La inducida por movimientos rápidos de los ojos y ejerce una fuerza centrípeta hacia la cavidad vítrea. Desempeña un papel importante en el orígen de los desgarros retinianos y el DR regmatógeno.
  2. Tracción estática: Ésta es independiente a los movimiento oculares. Juega un papel importante en el orígen del DR traccional y de la vitreorretinopatía proliferativa. 
    Retinografía de un DR traccional a causa de una retinopatía diabética proliferativa.
Las complicaciones del Desprendimiento de vítreo posterior (DVP) agudo dependen de la fuerza y la extensión de las adherencias vitreorretinianas previas. En la mayor parte de los ojos no se producen complicaciones porque las uniones vitreorretinianas son débiles. En el 10% de los ojos se producen desgarros retinianos como resultado de la transmisión de la tracción a los lugares donde existen adherencias vitreorretinianas anormalmente fuertes. Y raras son las ocasiones en las que se produce una rotura de un vaso sanguíneo retiniano, que conllevaría a una hemorragía vítrea sin la formación de desgarro retiniano. 


SIGNOS CLÍNICOS

Uno de los síntomas clásicos que con más frecuencia describen los pacientes con DR regmatógeno son la visión de destellos luminosos (fotopsias) y moscas volantes (opacidades vítreas). Después de un período de tiempo variable el paciente percibe una pérdida relativa de campo visual periférico que puede progresar y afectar a la visión central. Éste defecto de campo es percibido como un telón negro. El cuadrante del campo visual en el que aparece primero el defecto es útil para predecir la localización de la rotura retiniana primaria (que estaría en el cuadrante opuesto). La pérdida de visión central puede deberse a la afectación de la fóvea por LSR.


TRATAMIENTO

Si la retina está desgarrada y aún no ha ocurrido desprendimiento, éste se puede prevenir mediante un tratamiento temprano.
Una vez que la retina se ha desprendido, debe ser quirúrgicamente reparada por un oftalmólogo. La reparación del desprendimiento consiste en sellar el desgarro y evitar que la retina se vea tracciona de nuevo. Hay varios procedimientos quirúrgicos que se pueden utilizar. La elección dependerá de la severidad del desprendimiento.

  • FOTOCOAGULACIÓN CON LÁSER
En el caso de encontrarse pequeños desgarros en la retina, con poco o ningún desprendimiento de retina en las proximidades, éstos son habitualmente sellados mediante láser. El láser realiza pequeñas quemaduras alrededor del borde del desgarro, las cuales producen cicatrices que sellan estos bordes y evitan que el líquido se filtre y se junte bajo la retina. La cirugía oftalmológica con láser se hace frecuentemente como tratamiento ambulatorio y no requiere incisión quirúrgica.


  • CONGELACIÓN (CRIOPEXIA)
La congelación de la pared posterior del ojo por detrás de un desgarro de retina  también estimulará la formación de cicatrices y sellará los bordes de modo similar a la reacción que se produce con el láser. La congelación es a menudo un procedimiento ambulatorio pero requiere anestesia local para adormecer el ojo.


  • CIRUGÍA
 En desprendimientos de retina complejos, puede ser necesario usar una técnica llamada vitrectomía. En esta operación se cortan las bandas de vítreo conectadas a la retina y se saca el cuerpo vítreo encogido. En algunos casos, cuando la misma retina desprendida está severamente encogida, puede haber que empujarla otra vez contra la pared posterior del ojo mediante la colocación temporal de aire o gas en la cavidad vítrea.

Si la retina es reparada con éxito, el ojo retendrá algún grado de visión, y se habrá evitado la ceguera. En general hay menor recuperación visual cuando la retina ha estado desprendida por un largo tiempo, o hay una superficie fibrosa sobre la superficie de la retina. Aproximadamente el 40% de los desprendimientos de retina tratados exitosamente logran buena visión. Desafortunadamente, debido al encogimiento continuo del vítreo y al desarrollo de crecimientos fibrosos en la retina, no todas las retinas pueden ser reparadas. Si la retina no puede repararse, el ojo seguirá perdiendo visión y por último quedará ciego.

Dependiendo de la salud del paciente y del tiempo necesario para reparar la retina, estas operaciones se realizarán bajo anestesia local o general. A veces es necesario mantener a los pacientes inmóviles por períodos prolongados antes o después de la cirugía. Sin embargo, los pacientes que requieren inyecciones de aire o gas deben manener su cabeza en una determinada posición tan estática como les sea posible duante varios días después de la operación. A aquellos pacientes con desprendimientos de retina no complicados se les permite caminar al día siguiente de la operación y son dados de alta a la semana.  

Escrito por el Instituto de Oftalmología Avanzada (IOA)
Esther López Artero
Dpto. Optometría clínica.